Sus componentes principales incluyen:
Uso del ladrillo: El ladrillo es el material más característico del arte mudéjar, tanto en exteriores como interiores.
Arcos de herradura y arcos lobulados: Elementos tomados del arte islámico que se integran en las construcciones cristianas.
Techumbres de madera: Los techos de madera con intrincados diseños geométricos, conocidos como artesonados, son una de las señas de identidad del mudéjar.
Torreones y campanarios: Adaptación de los minaretes musulmanes en iglesias cristianas.
Sebka y yeserías: Motivos geométricos y vegetales en relieves de yeso o cerámica, muy comunes en la decoración de edificios.
Azulejería: Uso de cerámicas vidriadas con patrones geométricos y colores vivos, característico tanto en suelos como en paredes.
Motivos geométricos y atauriques: Diseño ornamental basado en formas geométricas, lazos y elementos vegetales.
Forja y carpintería: El trabajo de la madera y el hierro tiene una gran importancia, con técnicas como la taracea (incrustación de diferentes tipos de madera o materiales) y rejas artísticas.
Orfebrería y textiles: También influenciados por el arte islámico, con patrones complejos y colores vivos.